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miércoles, 27 de junio de 2012


Mirando el cielo del tan helado y repentino invierno, el aire que besa y roza mi cara logra congelar poco a poco cada espacio de mi cara. El susurro del silencio eterno de las ramas ya que sin hojas y pájaros se han quedado, el majestuoso sol que nos alumbra cada mañana hace un insignificante esfuerzo para poder abrazar y transmitir calor a la tan congelada tierra. Aun cuando llueve mi corazón recuerda todo lo que sucedió, y late con dolor por todo lo que mis ojos y oídos complementaron a la desilusión, aunque ya ha transcurrido muchos días, horas, minutos y hasta los tan pasajeros segundos, me duele saber que me traicionaste.


Atte Alejandra'Andreea♥

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