Mirando el cielo del tan helado y repentino invierno, el
aire que besa y roza mi cara logra congelar poco a poco cada espacio de mi
cara. El susurro del silencio eterno de las ramas ya que sin hojas y pájaros se
han quedado, el majestuoso sol que nos alumbra cada mañana hace un insignificante
esfuerzo para poder abrazar y transmitir calor a la tan congelada tierra. Aun
cuando llueve mi corazón recuerda todo lo que sucedió, y late con dolor por
todo lo que mis ojos y oídos complementaron a la desilusión, aunque ya ha
transcurrido muchos días, horas, minutos y hasta los tan pasajeros segundos, me
duele saber que me traicionaste.
Atte Alejandra'Andreea♥
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